Ana Ndongo

Portfolio Personal

The Human Machine – 2012

El objetivo de la obsolescencia no es crear productos de calidad, sino exclusivamente el lucro económico,​ no teniéndose en cuenta las necesidades de los consumidores, ni las repercusiones medioambientales en la producción y mucho menos las consecuencias que se generan desde el punto de vista de la acumulación de residuos y la contaminación que conllevan. Para la industria, esta actitud estimula positivamente la demanda al alentar a los consumidores a comprar nuevos productos de un modo artificialmente acelerado si desean seguir utilizándolos.​ La obsolescencia programada se utiliza en gran diversidad de productos.​

La obsolescencia programada surge en el año 1932, pero no fue hasta 1954 cuando se hizo popular gracias al discurso emitido por el diseñador industrial Brooks Stevens. Hoy en día son muy pocos los productos que no se encuentran programados para que su vida útil tenga un fin.